No se pueden abrir, o reabrir, heridas que nunca se cerraron.
No se puede pasar página sin haberla leído antes.
Los asesinos, sus cómplices o sus partidarios, son los únicos que no quieren remover la tierra. No quieren que salgan a la luz sus crímenes.
Pero ellos están ahí, esperando justicia y dignidad.
No se puede pasar página sin haberla leído antes.
Los asesinos, sus cómplices o sus partidarios, son los únicos que no quieren remover la tierra. No quieren que salgan a la luz sus crímenes.
Pero ellos están ahí, esperando justicia y dignidad.
Por la libertad - Barricada from Barricada on Vimeo.
En la ladera del monte Ezkaba (Navarra), a la sombra del penal franquista de San Cristobal, los presos asesinados o que morían por enfermedades derivadas de su cautiverio eran enterrados con una botella entre las piernas.
Dentro, un simple papel recogía su nombre y las causas de su condena y muerte.
A ese pedazo de tierra se le conoce como "El cementerio de las botellas".
2 comentarios:
Qué horror, Eusebio. Qué indignidad. Dan vergüenza estas cosas. Es como si nos lo contaran de la dictadura argentina o chilena, pero aquí lo tuvimos, y ahí están, como tú dices, esperando a que les devolvamos la dignidad que cualquier ser humano merece.
Pues ya ves, Clares, en esos países creo que están teniendo un comportamiento más digno que en España con las víctimas de las dictaduras militares.
Esto es una vergüenza de ¿democracia?
Un fuerte abrazo.
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