La SGAE ha perdido el juicio que tenía contra la revista Quimera por el artículo “La horda de los gestores”, porque sentían dañado su honor. Pedían 9.000 € de indemnización.
“(…) Sus métodos pueden despistarnos, pues no andan por la vida en barco, ni tienen el valor que requiere empuñar una espada. Han abandonado el ron, en favor del CD-Rom, y la bandera de la calavera por otras más discretas y actuales con las siglas de su banda: SGAE, VEGAP, etc.
Han ampliado su radio de acción, colonizando los mecanismos que en otros tiempos ampararon a una especie hermana: los corsarios. En virtud de esta reestructuración jurídica, y gracias a un juego de sobornos estándar, cuentan con el apoyo de las instituciones y sus representantes (muy próximos a ellos en capacidad intelectual y gusto estético), y en una evolución próxima a la de la mafia clásica, ejecutan un poder parademocrático que suele tener la forma de impuestos y normalmente recibe el nombre de canon.
Como los piratas de verdad en su momento, como el telar manual tras la aparición del mecánico, o como la comunicación mediante tambores después de inventarse el teléfono, estos zafios piratas tienen las horas contadas. Y nosotros, por una mera cuestión generacional, asientos de primera fila para asistir a su cochambrosa y ridícula agonía. Así que, de momento, dejemos que nos sigan extorsionando. Querrá decir que siguen vivos, que todavía tenemos tiempo para asistir a su hecatombe".
Espero que, de tropezón en tropezón, lleguen a la caída final.
Felicidades a Quimera y a su abogado, “nuestro abogado”, Javier de la Cueva.
2 comentarios:
Me uno a tu felicitación, Eusebio, mientras estoy oyendo tu entrevista en Radio Utopía, Olvida tu equipaje. Muy bien explicado todo. También me ha encantado este artículo de Quimera. ¿Crees que de verdad se acabará el emporio de estos mafias? Y pensar que dicen que luchan contra la piratería...
Gracias, Clares, es un gustazo tener al otro lado gente como tú.
Espero que a estos de las sociedades de gestión se les acabe pronto el chollo. A poco que empujemos todos un poco, seguro que lo logramos.
Un abrazo.
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