El pasado 14 de diciembre se presentó en la Biblioteca Central Rafael Alberti de San Fernando de Henares el libro “Miguel Hernández: la voz de la herida”.
Sus autores, David Becerra Mayor y Antonio J. Antón Fernández, han querido dar una visión diferente a la ofrecida hasta ahora en otras biografías del poeta del Pueblo.
Sus autores, David Becerra Mayor y Antonio J. Antón Fernández, han querido dar una visión diferente a la ofrecida hasta ahora en otras biografías del poeta del Pueblo.
El propósito de los autores es el de salvar a Miguel Hernández de su segunda muerte, no la del olvido, porque su obra nunca fue olvidada, pero sí la de la ocultación de su militancia comunista. En esta obra se deja clara su filiación política y su compromiso con la defensa de la República Española.
Un episodio poco conocido es la detención de Miguel Hernández, el 6 de enero de 1936, en San Fernando de Henares (llamado de Jarama en aquellos años) por parte de la Guardia Civil que sospechó de su aspecto y le llevaron detenido acusándole de ladrón y terrorista. En el cuartel de la Guardia Civil le dieron una paliza con el fin de que confesara sus supuestos delitos.
Cuando por fin le dejaron llamar por teléfono, el poeta pidió entonces ayuda a su amigo Pablo Neruda, cónsul de Chile. Tras ser liberado “sin darme ninguna explicación” acude a Rafael Alberti y María Teresa León. En aquellos momentos ve claro que se debe afiliar al PCE. Y se dirige a ellos con estas palabras: Estoy con vosotros. Lo he comprendido todo.
Miguel se lo contó todo por carta a Josefina, su mujer, “y sin darme ninguna explicación ni disculparse me dejaron libre. Comprenderás que desde aquél día tengo odio a la Guardia Civil, menos a tu padre, Josefina…”
Miguel le cuenta con pelos y señales lo que acaeció aquella tarde. Sin embargo, se le olvida apuntar un mínimo detalle: que no andaba solo, que aquella tarde le acompañaba su amiga Maruja Gallo.
Esta detención originó un movimiento de protesta con un texto colectivo de sus amigos poetas contra los abusos que ejercían las fuerzas del orden. El manifiesto estaba encabezado por Federico García Lorca y contaba con las firmas, entre otros, de José Bergamín, José María Cossío, Pablo Neruda, Rafael Alberti, María Teresa León, Arturo Serrano Plaja, Antonio Espina y Ramón J. Sender.
Recientemente se celebraron dos mesas redondas para hablar de la obra del poeta. Una de ellas contó con la participación de Julio Rodríguez Puértolas, Alicia Martínez y David Becerra. Y en la otra intervinieron Matías Escalera, Mirta Núñez y Jaime Ruíz.
Según sus autores, esta obra “pretende devolverle a Miguel Hernández el compromiso político y social; pero no estamos ante una biografía cerrada, que dé respuestas definitivas sobre la vida y la obra del poeta. Busca formular nuevas preguntas alrededor de su vida personal, de sus relaciones familiares, de su producción literaria y se su militancia política. Se trata de marcar un nuevo punto de partida”.
Con la presentación de esta biografía, editada por El Páramo y la Fundación de Investigaciones Marxistas, el Ayuntamiento de San Fernando de Henares concluye una serie de actos de homenaje en este año del Centenario del nacimiento de Miguel Hernández.
Cuando por fin le dejaron llamar por teléfono, el poeta pidió entonces ayuda a su amigo Pablo Neruda, cónsul de Chile. Tras ser liberado “sin darme ninguna explicación” acude a Rafael Alberti y María Teresa León. En aquellos momentos ve claro que se debe afiliar al PCE. Y se dirige a ellos con estas palabras: Estoy con vosotros. Lo he comprendido todo.
Miguel se lo contó todo por carta a Josefina, su mujer, “y sin darme ninguna explicación ni disculparse me dejaron libre. Comprenderás que desde aquél día tengo odio a la Guardia Civil, menos a tu padre, Josefina…”
Miguel le cuenta con pelos y señales lo que acaeció aquella tarde. Sin embargo, se le olvida apuntar un mínimo detalle: que no andaba solo, que aquella tarde le acompañaba su amiga Maruja Gallo.
Esta detención originó un movimiento de protesta con un texto colectivo de sus amigos poetas contra los abusos que ejercían las fuerzas del orden. El manifiesto estaba encabezado por Federico García Lorca y contaba con las firmas, entre otros, de José Bergamín, José María Cossío, Pablo Neruda, Rafael Alberti, María Teresa León, Arturo Serrano Plaja, Antonio Espina y Ramón J. Sender.
Recientemente se celebraron dos mesas redondas para hablar de la obra del poeta. Una de ellas contó con la participación de Julio Rodríguez Puértolas, Alicia Martínez y David Becerra. Y en la otra intervinieron Matías Escalera, Mirta Núñez y Jaime Ruíz.
Según sus autores, esta obra “pretende devolverle a Miguel Hernández el compromiso político y social; pero no estamos ante una biografía cerrada, que dé respuestas definitivas sobre la vida y la obra del poeta. Busca formular nuevas preguntas alrededor de su vida personal, de sus relaciones familiares, de su producción literaria y se su militancia política. Se trata de marcar un nuevo punto de partida”.
Con la presentación de esta biografía, editada por El Páramo y la Fundación de Investigaciones Marxistas, el Ayuntamiento de San Fernando de Henares concluye una serie de actos de homenaje en este año del Centenario del nacimiento de Miguel Hernández.
[Publicado en La República.es]
3 comentarios:
Pues nada, mira que ahora, cuando vuelva al instituto, tengo que explicar a Miguel Hernández, y con la emoción que llevo y que tú sabes, tengo ahí toda la bibliografía medio abandonada. En fin, habrá que ponerse un día de estos. Por otra parte, qué precioso es estudiar a este poeta. ¿Has visitado su casa en Orihuela? Es la cosa más humilde y sencilla que he visto nunca; emociona mucho estar allí. Feliz Año Nuevo, para ti y para Sandra y para toda tu familia.
Interesante documentación la que expones Eusebio. Espero que el libro tenga un lugar en todos nosotros. De Miguel Hernandez solo conozco al poeta, pero esto me acerca más a su vida.
Un beso
Perdón a las dos por tardar tanto en contestar, queridas amigas, el Feisbuk tiene la culpa, que me he enviciao un montón y últimamente hago muy poco caso a mi querido blog; en fin espero solucionarlo en poco a poco. A ver si me voy desenganchando...
Clares, espero que tu comienzo de las clases haya sido satisfactorio, por lo menos.
No he visitado la casa de Miguel Hernández en Orihuela, habrá que solucionarlo cuanto antes, querida amiga.
Un fuerte abrazo. Y otro para Fernando.
Muchas gracias Revuelta, doña Encarna, espero que tengas la oportunidad de leerlo, verás como te gusta.
Muchos besos.
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