viernes, 30 de abril de 2010

CEDRO, el canon por préstamo bibliotecario y el cuento de la lechera

Ramón Salaberria*

Vaya por dónde: CEDRO también está en crisis. En 2009 recaudó un 41% menos que el año anterior. La recaudación del canon por préstamo bibliotecario, aquello por lo que estaban dispuestos a dejarse el pellejo, les supone un 1´2% del total recaudado. Además, la Comisión Nacional de la Competencia ha publicado un duro informe sobre las entidades de gestión de derechos de autor en España. Y los ayuntamientos, de los que fundamentalmente depende la recaudación por el préstamo bibliotecario, evaporado el sólido valor del ladrillo, están a dos velas. Y crece la irritación social ante una avalancha de cánones propulsados por las grandes empresas del disco y la edición, las que crearon CEDRO y otras. Además de la irritación, también crece la organización ante el uso y abuso de los cánones.

Recaudación

Los últimos días de febrero CEDRO resumía el año 2009 en “2.000 socios más y un 41% menos de recaudación” (1). La recaudación de CEDRO se basa casi exclusivamente en el canon por copia privada (fotocopias). Y el último cambio de regulación del canon por copia privada aprobado por el Gobierno en 2008 supuso una bajada de las tarifas.

CEDRO ya ha anunciado que cierra la revista que desde 2007 venía publicando con distintas periodicidades y formatos y que, en fin, su drástica caída tendrá su reflejo “tanto en las cantidades que autores y editores recibirán de nuestra Entidad en el reparto anual de derechos como en las ayudas sociales y en la actividad de formación y promoción que llevamos a cabo en colaboración con las asociaciones de autores y editores” (2).

En 2009 CEDRO recaudó 24´46 millones de euros. De ellos, 22 millones provinieron del canon por copia privada. Del canon por préstamo público, unos 280.000 euros.

Reparto del botín bibliotecario

El 24 de noviembre pasado CEDRO repartió el botín correspondiente al canon por préstamo bibliotecario en 2007. La cantidad recaudada, 1´32 millones de euros, procedía del pago que el Ministerio de Cultura hizo a principios de 2008 por los préstamos de 2007, y por los aportados por alguna otra administración (Gobierno Foral de Navarra) o institución (Fundación Germán Sánchez Ruipérez). De esa cantidad había que descontar las cantidades para los autores de obras musicales, audiovisuales y plásticas, que CEDRO liquidó a sus entidades de gestión, SGAE, DAMA y VEGAP.

De los 974.000 euros que correpondían a autores de obras escritas, el 10´14% se destinó a los gastos de gestión, el 20% a financiar la función asistencial de CEDRO para autores, y un 30% se reservó “como provisión para atender posibles reclamaciones de derechos de autores no identificados por CEDRO”.

El resto, 490.000 euros, es el que se distribuyó entre 21.688 escritores y traductores de España y de otros países (9.800 autores representados por la entidad británica Authors' Licensing and Collecting Society y la francesa SOFIA). Es decir, una media de 22'6 euros anuales por autor; es decir, una media de 1'88 euros mensuales por autor. (La media es sólo una orientación dado que cada autor percibe en función del número de préstamos de sus obras. Unos pocos que recibirán unos miles de euros y una nutrida legión que no cobrará cinco euros al año. En la SGAE, unos 600 titulares -el 1´7% del total de titulares beneficiarios- concentran el 75% de lo que se reparte).

CEDRO ha informado (3) que se basó en la “información detallada de obras prestadas y cantidad de préstamos del año 2007 que ha obtenido de las consejerías de Cultura de 11 Comunidades Autónomas en el último trimestre del 2008 y durante el 2009”.

La ley del Libro, la Lectura y las Bibliotecas establece que son las administraciones titulares de las bibliotecas de los municipios con más de 5.000 habitantes las obligadas a pagar un canon por préstamo de libros, 20 céntimos de euro por cada obra adquirida con destino a préstamo.

Pero también la ley establece que el Real Decreto que ha de regular este canon debió publicarse en 2008, lo que no ha sucedido. Muchas administraciones han expresado, de palabra y hecho, que hasta que eso no suceda no están obligadas a pagar.

En 2009 la recaudación ha sido menor que en 2008. Si entonces pudieron repartir 1'88 euros mensuales en promedio a cada autor, en 2009 sólo 1´07 euros. Si el primer año pudieron repartir 490.000 euros, en el segundo sólo 280.000 euros. Una ruina.

Durante 2009 sólo pagaron el canon el Ministerio de Cultura, el Gobierno de Navarra (las bibliotecas dependen del gobierno foral), la Comunidad de Madrid (por los préstamos efectuados en bibliotecas públicas dependientes de la administración autonómica) y Aragón y Murcia, que han asumido el pago en nombre de los ayuntamientos “como gesto de voluntad política” (sic y recontrasic). Y es que de la cantidad a pagar por los préstamos efectuados en 2007 se hizo cargo el Ministerio de Cultura (por eso de ser el primer año, la confusión existente, bla bla bla). La cantidad por los préstamos de 2008 se quería que lo asumieran las administraciones autonómicas. Pero llegó la crisis y mandó parar.

Un caso de esta situación es la que presentaba el periódico Levante, bajo el título de “El canon por el préstamo de libros pasa de largo en la Comunitat Valenciana” (4). La Dirección General del Libro de la Conselleria de Cultura había calculado los importes a pagar y cuando iba a tramitar el pago se encontró con que Intervención de Economía lo bloqueaba. ¿Qué pasó? Ningún precepto legal ni administrativo dice que la Generalitat ha de acoger ese pago, que corresponde a los municipios.

¿Qué quiere CEDRO? Magdalena Vinent, su directora general, compareció el 20 de enero ante la Subcomisión de Propiedad Intelectual del Congreso de Diputados y solicitó una “nueva regulación de la remuneración por préstamo público para que este derecho sea efectivo y la compensación alcance una cuantía digna”. Esto, ya en corto, se traduce en que sea el Ministerio que dirige González-Sinde quien pague el canon. Es el deseo de CEDRO, que les entreguen la bolsa ya llena, de una sóla tacada, sin tener que ir microgestionando ayuntamiento por ayuntamiento. Y si eso no es posible, se intenta abrir la puerta a “convenios y mecanismos de cooperación” para facilitar los trámites. Ya lo dijo Pavese, trabajar cansa.

Así, el borrador del Real Decreto que ha de regular la remuneración por el préstamo, elaborado por el Grupo de Trabajo de Normalización (Ministerio de Cultura y Comunidades Autónomas) y entregado al pleno del Consejo de Cooperación Bibliotecaria (Valladolid, febrero de 2010), en su artículo 9 (“Mecanismos de colaboración”), apartado 1, señala: “Sin perjuicio de otros mecanismos de colaboración, en el marco del Consejo de Cooperación Bibliotecaria, la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales podrán colaborar para el cumplimiento de las obligaciones de remuneración que afecten a establecimientos de titularidad pública. A estos efectos, la Federación Española de Municipios y Provincias tendrá la consideración de entidad colaboradora del Ministerio de Cultura”. Como si, con la que está cayendo, no tuviera otra cosa que hacer más que pasar los recibos de CEDRO.

Demoledor informe

El 19 de enero la Comisión Nacional de la Competencia presentó un demoledor informe, de casi cien páginas, sobre las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual en España, donde subraya que las entidades de gestión ejercitan derechos en representación de otros (los autores) “por cesión voluntaria o mandato legal” y que lo hacen desde una “posición monopolítica” –la SGAE, en el caso de la música, CEDRO con los libros-, que crea distorsiones y “facilita el establecimiento de tarifas inequitativas o discriminatorias”. Todo ello amparado en la actual ley de Propiedad Intelectual y la connivencia de muchos grupos políticos.

Al día siguiente, los abogados Pedro Bravo y Javier de la Cueva redactaron una denuncia contra el Estado español por el monopolio de las entidades de gestión y la pusieron a disposición de la ciudadanía que quiera sumarse a su interposición. En los cinco primeros días se descargaron 20.000 solicitudes por parte de ciudadanos.
Usted, lectora, lector de Educación y Biblioteca, si todavía no lo ha hecho, no se corte. Descargue la plantilla de la denuncia en, por ejemplo, http://noalprestamodepago.org y tras rellenarla dé un paseo hasta la oficina de Correo más cercana. Su denuncia sólo le costará 2´49 euros - el importe del franqueo del correo certificado- y caminará más ligero.


Notas:
(1) Las cifras de CEDRO en el 2009: más socios, menos recaudación. Madrid, 22 de febrero 2010.
http://www.cedro.org/cedroinforma.asp?IDC=2778
(2) MOLLÁ, J.; Autores y editores en la sociedad del conocimiento: nuestro boletín dice hasta luego, Boletín informativo de CEDRO, n. 69, sept.-dic. 2009, p. 3.
(3) Los autores reciben por primera vez derechos de autor por el préstamo de sus libros en bibliotecas españolas, Boletín informativo de CEDRO, n. 69, sept.-dic. 2009, p. 9.
(4) GARCIA, A.: El canon por el préstamo de libros pasa de largo en la Comunitat Valenciana, Levante, 5 enero 2010.

(*) Ramón Salaberria Lizarazu es el ganador del I Premio de Ensayo "Teresa Andrés" por su obra "Autodidactas en bibliotecas". A juicio del jurado, el ensayo trata sobre un tema de gran interés: el aspecto educativo de la profesión bibliotecaria, centrándose, además, en una manera especial de aprender, el autodidactismo, para la que las bibliotecas parecen especialmente diseñadas.

2 comentarios:

Cigarra dijo...

Hola Eusebio: Me he tomado la libertad de poner un enlace a este post tuyo en el último mío, para aclarar qué es Cedro y cómo funciona.
Un abrazo y buenas vacaciones

Eusebio Gómez dijo...

Todo el mérito es del amigo Ramón Salaberría, Cigarra, aunque él me consta que lo comparte encantadísimo.

Abrazos, compañera.