Yo sé bien quiénes son mis enemigos.
Yo sé bien quiénes son y dónde están.
Ponen precio al aire que respiro,
ven en el miserable, o en el desahuciado,
un peligro público, una carga.
Son ellos,
los que penalizan a los ancianos por estar enfermos,
y a los parados por no encontrar trabajo,
y a los que trabajan por exigir sus derechos y su dignidad.
Son ellos,
los que criminalizan las protestas
y permiten la corrupción,
los que todo lo compran , los que todo lo venden,
los que abren sus fauces para desgarrar
la res abierta de los disidentes
sin mancharse demasiado los colmillos.
Mis enemigos llevan siglos siéndolo,
se amoldan a los tiempos y cambian sus disfraces,
pero yo los reconozco:
sonríen mientras nos ahogamos,
y con las manos llenas de sangre,
se reparten el pastel sin ningún remordimiento.
Marisa Peña, harta ya de estar harta...y de tanto meapilas, tanto estómago agradecido, tanto cobarde, tanto políticamente correcto, tanta mesura, tanta altura poética y tanta gilipollez. Ea."
Marisa Peña.
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