miércoles, 4 de noviembre de 2009

Censura real


Nota del coronel Amadeo Martínez Inglés

Como ya intentara hacer con varios de mis libros anteriores en los que fui volcando mis primeras investigaciones sobre el verdadero papel que jugó la corona en la planificación, organización y ejecución de la llamada maniobra involucionista del 23-F, la Casa Real española ha vuelto a movilizarse con todas sus fuerzas para evitar (como ya hiciera con éxito no hace mucho tiempo con unas memorias del antiguo valido real Prado y Colón de Carvajal, de las que fueron destruidos varios miles de ejemplares ya editados) que mi último libro titulado “La Conjura de mayo. La rebelión de los generales franquistas”, salga a las librerías.

Y ello ha sido así, sin duda, porque en este mi nuevo trabajo de investigación histórica en el seno de las Fuerzas Armadas, saco por primera vez a la luz sorprendentes e inéditas revelaciones sobre el golpe militar que preparaba la extrema derecha castrense para el 2 de mayo de 1981 y que fue la causa real y única de que el entorno del monarca (los generales Armada y Milans del Bosch), al conocerlo, pusieran en marcha con toda urgencia una maniobra político-militar-institucional de altos vuelos que lo desactivara: la denominada por políticos y periodistas “Solución Armada” y que luego conoceríamos popularmente todos los españoles como “23-F”.

De momento, La Zarzuela, tras sacar su veto real a relucir, ya ha conseguido que la editorial Espasa Calpe, del grupo Planeta (empresa que es de dominio público mantiene estrechos vínculos con la Familia Real) rompa su compromiso para la publicación del libro en cuestión; compromiso que había asumido de palabra con mi agente literario y que se remontaba a principios del pasado verano cuando le solicitó (a través de la responsable del departamento de Ensayos) ser la primera editorial que recibiera el original y, además, con carácter exclusivo.

El original le fue enviado el día 21 de septiembre del presente año y, a primeros de octubre, el citado departamento de Ensayos de Espasa Calpe nos comunicó su excepcional interés por el mismo (llegaron a calificarlo de bomba editorial) volviendo a solicitar a mi agente que ninguna otra empresa del sector entrara en posesión del documento.

Sorprendentemente, el 21 de octubre pasado la empresa editorial pidió a mi agente literario una semana más para poder formalizar el contrato de edición y al término de ese plazo, el miércoles 28 de octubre, anuló áspera y unilateralmente el compromiso verbal en vigor, alegando la existencia de un supuesto informe de un historiador civil, domiciliado en la ciudad de Zaragoza, que habría desaconsejado la publicación del libro.

A este historiador, que siempre ha estado al tanto de las presiones de todo tipo con las que La Zarzuela ha intentado someter a los diferentes editores que manifestaron su interés en publicar mis libros (especialmente el más reciente de ellos “Juan Carlos I el último Borbón”) consiguiendo que muchos de ellos renunciaran definitivamente a hacerlo, no le cabe la menor duda de que tras la fantasmal figura del historiador zaragozano, sacada a colación por la editorial Espasa Calpe para justificar su aprofesional renuncio, se esconde la larga mano de la Casa Real española que, una vez más, trata de actuar parapetada tras su inviolabilidad, su irresponsabilidad, su blindaje mediático e institucional y su impunidad para menoscabar y cercenar de un solo tajo la libertad de expresión de un profesional que se limita a ejercer su trabajo con honestidad y sentido de la historia.

Por todo ello, harto ya de las trampas y zancadillas de su titular (un dios constitucional en toda regla) al que, por estar por encima de las leyes en el marco de esta democracia “sui géneris”, corrupta e imperfecta que “disfrutamos” los españoles, no se le pueden pedir responsabilidades de ningún tipo, no me queda otra opción que denunciar este hecho flagrante contra mi libertad de expresión y mis derechos como ciudadano a los medios de comunicación y a las fuerzas políticas de este país.

Fdo: Amadeo Martínez Inglés

Coronel. Escritor. Historiador.

4 comentarios:

Sarashina dijo...

Sí que es este un hombre polémico, y como tal, me creo que lo censuren y lo tengan en cuarentena. Soy absoluta partidaria de la libertad de expresión. Si la monarquía supiera lo que le conviene no entraría en este tipo de censuras. Posiblemente le hace más daño actuar así que dejar que se publique lo que cada cual quiera. Para mí que le hicieron la pirula desde el principio, que nada fue improvisado, sino que la editorial se interesó con la intención previa de censurarlo después.

olvidatuequipaje dijo...

Espectacular... y previsible.
Lo copio en mi blog.
Gracias, Eusebio.

Eusebio dijo...

Yo también pienso lo que tú, Clares. Además, creo que está demasiado protegido por la Constitución; eso de que sea ininputable, haga lo que haga, demuestra que esto de democracia tiene muy poco. No se le investigan sus cuentas, ni sus negocios; la inmensa mayoría de la prensa le hace la pelota, se aplican la autocensura cuando hablan de él; vive él y su familia sin dar ni palo, viven, en definitiva, a cuerpo de rey, con nuestro dinero.
Un fuerte abrazo, compañera.

Eusebio dijo...

Gracias, Armando, copia lo que quieras, estás en tu casa.

Un fuerte abrazo.