sábado, 24 de octubre de 2009

Día Internacional de la Biblioteca Pública, 24 de octubre

Manifiesto de la UNESCO en favor de las Bibliotecas Públicas

Una puerta abierta sobre el conocimiento

La libertad, la prosperidad y el desarrollo de la sociedad y de la persona son valores humanos fundamentales que sólo podrán alcanzarse si ciudadanos bien informados pueden ejercer sus derechos democráticos y desempeñar un papel activo dentro de la sociedad. La participación constructiva y la consolidación de la democracia dependen de una buena educación y de un acceso libre e ilimitado al conocimiento, el pensamiento, la cultura y la información.

La biblioteca pública, paso obligado del conocimiento, constituye un requisito básico de la educación permanente, las decisiones autónomas y el progreso cultural de la persona y los grupos sociales.

Este Manifiesto proclama la fe de la UNESCO en la biblioteca pública como fuerza viva de educación, cultura e información y como agente esencial de fomento de la paz y los valores espirituales en la mente del ser humano.

Así pues, la UNESCO alienta a las autoridades nacionales y locales a que apoyen las bibliotecas públicas y participen activamente en su desarrollo.

Esos eran los buenos deseos de la UNESCO plasmados en su Manifiesto.

Actualmente la Biblioteca Pública está en peligro. Y la amenaza no le viene por el Libro electrónico o porque el libro en formato papel vaya a desaparecer, no. Supongo que ambos soportes convivirán durante mucho tiempo todavía. Lo ideal, bajo mi punto de vista, sería que la gente pudiera elegir un soporte u otro dependiendo del momento o las circunstancias.

El mayor peligro para la Biblioteca Pública está en la avaricia desmedida y la mercantilización de la cultura que llevan a cabo, con el beneplácito de los gobiernos de turno, las sociedades de gestión de derechos de autor, empeñadas en que los usuarios paguen un canon por llevarse libros en préstamo de las bibliotecas.

Ese canon reducirá los presupuestos de las Bibliotecas Públicas, ya que las instituciones titulares de las mismas descontarán su importe de los presupuestos para la compra de libros y equipamientos y se lo tendrán que abonar a sociedades privadas de gestión como Cedro, entre otras.

Espero que la cordura vuelva a las cabezas de nuestros gobernantes e impidan que ese despropósito siga adelante.

2 comentarios:

Sarashina dijo...

Lo dicho. Vivan las bibliotecas libres, públicas, con sus bibliotecarios dentro, libres y públicos también. Y no a la codicia de esta gente.

Eusebio dijo...

Luchemos por lo público, Clares, bibliotecas incluídas.
Gracias por tu apoyo, compañera.
Un fuerte abrazo.