martes, 29 de enero de 2008

Actividad bibliotecaria en Ocaña 1


Fue un día inolvidable y enriquecedor para mi. Acompañé a mi amiga Rakel, de Volvoreta (animación y dinamización de bibliotecas), que es la autora de la foto, a dar un cursillo a la prisión de Ocaña 1 a presos encargados de las bibliotecas. En la imágen les muestro la hemeroteca de la biblioteca donde trabajo. En la prisión no cuentan con tantos medios, pero estos internos lo intentan paliar a base de ganas, ilusión e imaginación.

Una gran experiencia, sin duda.

viernes, 11 de enero de 2008

¡ Feliz 2008 !

Mis mejores deseos para este año que comienza.
Entre otras cosas, os deseo que seais felices. Si es posible, en un mundo en paz. Pero como parece que hay demasiados sinvergüenzas empeñados en lo contrario, os recomiendo luchar y rebelarse contra la injusticia; a favor de una sociedad sin cánones (ni el digital ni el bibliotecario); a favor de los servicios públicos; por una sociedad laica sin injerencias de sotanas tocapelotas; contra la carestía de la vida; por una vivienda digna, y ya puestos, por una sociedad libre donde se respeten los Derechos Humanos. Y por la República.

El canon no es de izquierdas

José Manuel Costa
No nos libramos del canon. Unas fuerzas políticas apocadas y más dispuestas a escuchar los intereses corporativos de unas multinacionales y unos cuantos artistas famosos que a la razón y al pueblo llano, han reinstaurado lo que no deja de ser un atentado contra las más básicas reglas de la convivencia.Impresiona que solo el PP haya secundado a Iniciativa per Catalunya para la eliminación del susodicho canon. Impresiona porque oponerse al mismo es una postura de izquierdas y no al contrario. Que haya de recordarse esto es patético, pero visto lo visto, debe hacerse.El canon establece una tasa sobre productos inespecíficos y presupone, sin pruebas, que todas las personas harán un uso determinado de ellos. Mientras una tasa sobre las cassettes era más o menos aceptable, porque las cassettes solo servían para almacenar sonido, gravar móviles, CD’s, DVD’s, discos duros y demás, es absolutamente injusto. ¿Por qué hemos de pagar a las corporaciones por un teléfono móvil que solo usamos para llamar? ¿Es esto de izquierdas?El canon se gestiona de forma oscura y no se reparte como nos hacen creer. De hecho, no sabemos como se reparte, aunque la historia nos dice que en su conjunto los creadores cobran un porcentaje que no excede el 10 % o el 15% del total recaudado (el resto va a los gastos propios, a las multinacionales del disco, del cine o de la edición. Eso sí, algunos autores, sedicentes progresistas, se forran. A veces utilizando trucos verdaderamente rastreros. ¿Es esto de izquierdas?Es más, lo que ya ha cobrado la SGAE por el canon sobre CD’s y DVD’s en estos años, es mucho más de lo que hubiera ingresado si no existiera ningún tipo de piratería y en España se consumiera como en Alemania. Pero quieren más. ¿Es esto de izquierdas?Por cierto, ¿cómo es posible que al mismo tiempo que se impone un canon sobre la copia privada, se inventen todo tipo de (ilegales) sistemas de protección para que esa copia no pueda realizarse? ¿Es esto de izquierdas?Y aún tenemos que aguantar que en una carta abierta patrocinada por Víctor Manuel se explicara como esos derechos que disfruta el autor durante toda su vida y se vuelcan sobre su descendencia y las sociedades gestoras ¡hasta 70 años! después, constituyen el “salario” de los trabajadores de la creación. ¿Salario? Eso es lo que tenemos quienes vamos a currar todos los días. No señores, los derechos de autor no son un “salario”, sino una “renta”. Para unos estupenda y para la mayoría inexistente. ¿Es esto de izquierdas?Resulta lamentable que aquí vaya a pasar como con la mili: que fuera la derecha quien la aboliera. El PSOE o IU han preferido doblegarse ante sectores que les apoyaron en las elecciones antes de atender a quienes entonces les votaron. Corporativismo frente a sentir popular. ¿Es esto de izquierdas? La verdad, no parece.
Publicado en Público

Cabrones

Manuel Rivas
Juan de Mairena lo veía venir. Lo del Informe PISA, con el catastrófico balance educativo. Las aulas son los espacios que mejor registran los descalabros de la historia. Y Mairena, el maestro librepensador, el juglar meditativo de Machado, es quien mejor expresa todo el malestar de la cultura en un medio tradicionalmente hostil, cuando se planta ante el padre airado que discute un examen y reprocha el suspenso del hijo. "¿Le basta a usted ver a un niño para suspenderlo?", grita el visitante. "Me basta ver a su padre", le espeta Mairena. Así que, en el fondo, no hemos salido tan mal parados del Informe PISA. Los estudiantes nos han salvado la cara, porque, por suerte, no se valoran algunos empeños educativos de los adultos. Ahí está, por ejemplo, el esfuerzo pedagógico desplegado por la muchedumbre que saludó con aplausos al alcalde y otros presuntos implicados en la corrupción urbanística de Totana. En realidad, el gentío estaba ejerciendo la crítica literaria. Está en auge la novela de "serie negra". Una oportunidad para explicar al vástago la teoría de los géneros: "Mira, hijo, ¡qué estilo! Perfecto en ejecución y contenido". Vamos a ser ecuánimes. Equidistantes. No lacerarnos. No simplificar. Que los chavales aprendan a reflexionar a partir de la propia realidad. No hay que escandalizarse porque otro grupo de críticos literarios se sofoquen llamando "terrorista" al presidente del Gobierno y "maricones" a sus diputados. No es una burrada. Es una performance. Aquí en España la ultraderecha es lo que en otras partes llaman Living Theatre, pero con un atrezzo de cojones y unos actores bárbaros. Y el llamar maricón a alguien siempre ha sido un detalle cultural. Una atención. Aquí existen dos categorías de héroes. El Cabrón y el Maricón. En España, maricón es un eufemismo de culto. Lector. Poeta. Pintor. Cinéfilo. Ésa es la idiosincrasia que nunca entenderán los autores del Informe PISA. Unos cabrones.
Publicado en El País